Cuando las familias llegan a nuestros grupos P-3 (Prenatal a 3er grado) “Juguemos Juntos,” descubren más que un salón de clases. Encuentran una comunidad donde sus niños ganan confianza, los padres construyen amistades y las familias ven celebrada su cultura.

Al frente de este trabajo importante está Isabel Mora, nuestra facilitadora de P-3, cuya propia trayectoria refleja el corazón de El Programa: somos la comunidad a la que servimos.

Isabel se conectó por primera vez con EPHC siendo adolescente, cuando empezó ser voluntaria en la Primaria Wilkes a través de nuestro programa extraescolar. “No tenía certificados ni mucha experiencia todavía, pero pensé: si ven mi ética de trabajo, me darán una oportunidad.” Esa oportunidad abrió la puerta a una carrera en la educación.

Desde el principio, Isabel entrelazó la cultura en su trabajo. Enseñó a los estudiantes a tocar tambores, hacer tortillas y bailar ballet folklórico. Notó lo orgullosos que se sentían los niños cuando veían su herencia representada en el aula.

“Pronto empezaron a llegar con su propia ropa tradicional, emocionados de compartir de dónde venían sus familias.”

Y no fueron solo los niños latines. Niños de otras culturas también expresaron interés de participar, aprendiendo bailes, probando comidas y celebrando tradiciones junto a sus compañeros. Para Isabel, esos momentos mostraban cómo el orgullo cultural puede abrir puertas al respeto mutuo y la curiosidad entre comunidades.

Hoy, Isabel lidera nuestros grupos de P-3 Play & Learn, donde padres e hijos desde el nacimiento hasta los cinco años se reúnen dos veces por semana para jugar, aprender y conectarse.

“No se trata solo de preparación escolar … se trata de que las familias se sientan bienvenidas, de que los niños se vean reflejados y de que los padres encuentren comunidad.”

Para Shayde, unirse a Juguemos Juntos fue inspirada para encontrar conexión para sus hijos y con otras familias.

“Como madre, te ayuda a salir de la casa, pasar tiempo con tus hijos y verlos compartir y aprender con otros niños. Cambia el ambiente para los dos.”

Igual de importante para ella es el idioma y la cultura. “Se siente tan bien tener un programa en español. Para mis hijos, también es importante y no hay muchos programas que les den esa oportunidad de practicar su primer idioma.”

Desde las actividades cotidianas del grupo hasta excursiones especiales al Zoológico de Oregón o al OMSI, Shayde ve a sus hijos crecer en confianza y curiosidad. “Para mí, una palabra lo resume todo: [generar] confianza.”