Detrás de cada programa en EPHC hay jóvenes con sueños, retos, y sabiduría. Este verano, entrevistamos tres estudiantes y un dedicado coordinador del programa SUN en la escuela de Ron Russell para aprender cómo nuestros programas extracurriculares y de verano han impactado sus vidas.

Aprendimos que nuestras Escuelas Comunitarias SUN y programas juveniles no solo llenan horas después de clases, pero crean espacios donde los niños pueden crecer, encontrar comunidad y soñar en grande.

Durante casi seis años, Miguel ha dedicado su carrera a guiar y apoyar a la juventud. En los últimos dos años, como Coordinador del Programa SUN en EPHC, se ha enfocado en trabajar con estudiantes de primaria, atraído por la calidez de la participación de los padres y el fuerte sentido de comunidad que los rodea.

“Una de las experiencias más hermosas fue ver cómo las familias se unieron para apoyar a una niña después de que su madre falleció. Sin que nadie lo organizara, los padres llevaron comidas, convivencias, y se aseguraron de que ella supiera que no estaba sola.”

Para Miguel, programas como las Girl Scouts y las ligas comunitarias de fútbol no son solo actividades: son salvavidas. Al conectar a las familias, crear espacios seguros y fomentar el orgullo cultural, los programas SUN de EPHC ayudan a los estudiantes a crecer académicamente, emocionalmente y socialmente.

 

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Para Héctor, el verano en SUN ha significado más que juegos. Junto con un compañero de clase, inició un pequeño negocio de venta de snacks y bebidas, una experiencia que le enseñó responsabilidad, trabajo en equipo y una lección importante: “Hay que gastar dinero para ganar dinero.”

También sueña con convertirse algún día en abogado defensor. Lo que lo motiva no es solo la ambición, sino el deseo de defender a los demás.

Programas como STEM y clubes de ciencias criminales despiertan su curiosidad, mientras que el personal bilingüe le recuerda la fortaleza de su cultura e identidad. Para estudiantes como él, SUN es más que un programa extracurricular: es una base para el liderazgo y la pertenencia.

A los 13 años, Alberto se unió a SUN para aprender, hacer nuevos amigos y mantenerse activo durante el verano. Participa en clases como Elevate, donde los estudiantes adquieren habilidades para la vida mientras exploran lugares divertidos.

Desde partidos de fútbol hasta construir con Legos, Alberto ha encontrado no solo diversión, sino también alegría, amistades y confianza. Su historia resalta la importancia de la participación durante todo el año, ayudando a los estudiantes a evitar el aislamiento, mantenerse activos y crear relaciones positivas.